“Es bueno?” Los comentarios de la abuelita los carga el diablo. Cuando preguntamos a una madre si su bebe recién nacido es bueno, no se trata de la entereza moral de él. Lo que quieren preguntar es si no molesta, si te deja dormir, si no te inconviene con sus llantos (llantos adaptativos que la selección natural ha favorecido durante miles de años, no llora para fastidiar.) A ver, si cubrimos sus necesidades, si les ayudamos a aliviar los dolores del hambre, de los gases, y del cansancio, si respondemos a sus peticiones de contacto físico y no intentamos marcar cuando tiene que comer o dormir si no dejarles a elles decidir, habrá mucho más cooperación (sí, les bebes cooperan. Informaos con Carlos Gonzalez).

Pero un bebe durmiente que no se comunica, no llora y no molesta parece más a una muñeca que un ser humano. Tienen que comunicarse y por eso decir al bebe (o niñe) preverbal: “No llores” es poco lógico y muy dañino. Desde cero le enseñaríamos a reprimir algo que necesita, sea comida o contacto. Le enseñaríamos a guardar sensaciones conflictivas e inquietantes cuando, en cambio, necesita canalizarlas a través de una expresión emocional segura. Le enseñaríamos a no valorar ni confiar en sus propios instintos ante una experiencia que le produce angustia y ansiedad.

Con tanta negación, aprende que elle misme no es una propia fuente de valor y no desarrolla el poder de decisión. Más bien fomenta una dependencia en la valoración de su entorno, no en su propia realidad.Yo creo que toca cambiar un poco este lenguaje predeterminado que se usa para hablar de las criaturas. Porque no probamos algo así: “Como se esta acostumbrando a la vida fuera del utero? y tu, mama, como llevas la responsabilidad de cubrir todas las necesidades de un ser humano?” Más verboso lo es pero hace mucho más justicia a la realidad asombradora y desbordante que es la crianza!